Caprés se encuentra situada en una zona muy agreste y de compleja orografía entre las sierras del Baño de 587 m. de altitud y la del Corqué, de 785 m. de altura. En la Sierra del Baño está, - aunque en el cara sur, Caprés se ubica al norte- la conocida Cueva Negra.
La Sierra del Corqué está situada en el sector oriental de la cordillera Bética. Desde el punto de vista geológico son interesantes las rocas calizas nodulosas rojas (nódulos de sílex) en las que se puede apreciar el desarrollo de un incipiente lapiaz. Es una zona que destaca por su riqueza en fósiles fundamentalmente amonites y belemnites.
Entre las especies de vegetación podemos encontrar coníferas como pinos, carrascales y sabinares en las zonas más altas de los montes, y especies de matorral. Las aves rapaces son también habituales de estos parajes, destacan el águila real, el águila perdicera, el azor o el halcón peregrino.

La gastronomía de Caprés es similar a la de todo el municipio de Fortuna. Destacan las gachasmigas, el empedrao, las tortilleras, el cocido relleno y el trigo pelao. Sin olvidar otros deleites para el paladar como el arroz con conejo y caracoles junto a un buen vino de la tierra.
Entre los dulces destacan los buñuelos, paparajotes y especialidades como las tortas y toñas, además de los almendrados y rollos.

Los vecinos de Caprés de Enmedio son los que disfrutan de una pequeña ermita dedicada a San Jerónimo, lo que les hace organizadores de las pequeñas fiestas que se celebran en honor del patrón el último fin de semana de agosto.
Los festejos duran un fin de semana, con noches dedicadas al baile y actuaciones musicales, además de una misa cantada y una ofrenda floral dedicada al santo patrón,  mitad de trayecto se organiza una merienda para todos los acompañantes.

Los habitantes de Caprés han tenido tradicionalmente que salir fuera de su lugar de nacimiento para encontrar su sustento económico, esto ha conducido a un despoblamiento progresivo del lugar; rodean los pequeños núcleos de población de Caprés tierras de secano donde la agricultura no prosperó y tan sólo queda algo de almendro.
Caprés es la pedanía de Fortuna más importante en lo que a la actividad extractiva se refiere, es una zona con gran cantidad de canteras de áridos. El sector de la minería es en la actualidad, junto con el turismo, de los más dinámicos del municipio. Las canteras de extracción de áridos y mármol suponen una buena fuente de ingresos en la zona. La apertura de la variante de la carretera comarcal C-3223 a finales del año 2006, y que comienza precisamente en la salida de la carretera de Caprés, ha supuesto una mejora importante en las infraestructuras del municipio, entre otros beneficios, desvía el tráfico de vehículos de gran tonelaje que diariamente, hasta 1.900 camiones, circulan por las carreteras de Fortuna transportando áridos y piedra.

El topónimo de Caprés podría estar relacionado con varios San Caprasio, que jalonan la leyenda dorada de la Iglesia durante el Bajo Imperio, y uno de ellos sería un eremita. En la zona pirenaica de la Península y en el Norte han llegado a tener culto, incluso a través de templos.
Siendo los San Caprasio santos cuya cronología queda entre los siglos IV y V, sería aceptable la teoría de que durante el período de la Antigüedad Tardía, en el ámbito del actual Caprés, que queda dividido en aldeas alta, media y baja, pudiera haberse dado un monasterio cristiano.
El hecho de que Caprés, actualmente, tenga por patrón a San Jerónimo, otro santo eremítico, daría además alas a esta teoría, ya que perpetuaría, de algún modo, la relación de la población con la Historia de la expansión del cristianismo y la creación continua de ámbitos muy ligados al nacimiento de comunidades religiosas.
Pero, además de estas teorías históricas y especulaciones, poseemos datos arqueológicos ligados a Caprés, como el yacimiento de Mesa de Caprés o Loma de Caprés. Tradicionalmente el yacimiento ha sido catalogado como argárico, si bien algunos autores como Lillo plantean una posible filiación u origen del asentamiento en el Bronce Antiguo. En cualquier caso, queda por definir el grado de "argarismo" que presentan los poblados del Bronce Pleno en la comarca de Fortuna-Abanilla. El yacimiento queda situado sobre un monte. Aún son visibles algunas estructuras, aunque están muy deterioradas. No se aprecian restos de fortificaciones. Los materiales encontrados corresponden a útiles, cuencos hechos a mano, bruñidos y espatulados.
Por lo demás, el resto de la Historia de Caprés estaría ligada a la evolución histórica de todo el municipio de Fortuna. Todo parece indicar que, tras el apogeo que experimentó la comarca en época romana, sufrió un periodo de recesión durante el periodo islámico. Los niveles de población descendieron, dado lo precario de su agricultura. El yacimiento árabe de mayor trascendencia en Fortuna es el de la Torre Vieja, conocido popularmente como el Castillo de los Moros, que se encuentra a un kilómetro y medio al sur de Fortuna, en un reducido valle en el que se situaba una aldea islámica. Su vigencia data desde el siglo XII al XIV.
La guerra entre Aragón y Castilla supuso un tremendo caos en los reinos fronterizos arrebatados a los musulmanes. La Orden de Santiago luchó al lado de Fernando IV contra Aragón. Como contrapartida a este apoyo recibió la potestad sobre todas las fortalezas del reino de Murcia. Finalmente, en 1379 fue comprada por el Concejo de Murcia y se anexionó como aldea al territorio murciano. La saga familiar de los Cascales ostentaría el señorío de la villa hasta el siglo XVII.
Durante la última mitad del siglo XX Fortuna emergería, entre otras razones, por la recuperación progresiva de las instalaciones de los Baños de Fortuna. Pero pueblos como el de Caprés seguirían siendo pequeñas aldeas dedicadas a un agro de secano, de vida modesta y recursos limitados. En los años 60' del pasado siglo XX, Caprés vería la construcción de su escuela unitaria, hoy abandonada.